Desde hace varios meses, por razones familiares, circulo por calle José Alberto Farías, ubicada en zona suroeste de nuestra ciudad. La pérdida de aguas de cloacas, a la altura del 2.000 de esa arteria, creó un foco infeccioso para los vecinos y para quienes circulan por allí, ya que el agua es absorbida después de recorrer varias cuadras, a lo largo de las cuales se ha creado un verdadero lodazal con un olor pestilente. Estimo que la SAT y las autoridades municipales deberían dar solución a esta pérdida en beneficio de los habitantes de la zona, inmersos en una suciedad ambiental que no merecen, y en nombre del ingeniero José Alberto Farías, quien fue un prestigioso profesional de nuestro medio.

Oscar B. Castillo


Catamarca 328


Yerba Buena